
A lo largo del tiempo, las organizaciones evolucionan, resignifican su propósito y se reinventan. Lo que les permite mantener su identidad única es precisamente aquello que logran conservar desde su origen. Y esto es la esencia y el ADN de la organización.
Nuestra esencia y nuestro ADN nacen con nuestro nombre y derivan de nuestra creencia de que las transformaciones regenerativas dependen de la capacidad de los diversos actores de un sistema para dialogar con calidad y crear acuerdos.
Por eso, desde su creación en 2005, PACTO ha desempeñado un papel central en la facilitación de procesos de construcción colectiva, capaces de captar la inteligencia del sistema y poner en movimiento el potencial de cada persona y de la organización en su conjunto, al servicio de impactos sociales, ambientales y económicos positivos. Este es nuestro ADN.